Mar

Sostén mis manos, mis tripas, mis dedos.
Sostén mi alma, que es fría.
Frío como el hielo de invierno, de Siberia, de Madrid.

Sostén mi pies, que son barro,
mi pelo que son algas,
mis ojos que son luciérnagas.

Caballito de mar salen de mis poros,
revolotean en mi pelo,
anidan en mis pestañas y construyen casas de burbujas marinas.

Sostén mi pureza, que es sangre,
Sostén mi carisma, que es escudo,
Sostén mi cuerpo, entero, tuyo, mío, tuyo.

Estrellas de mar me ventosean la piel,
Quieren que me convierta en algo suyo,
pero yo no quiero, no quiero ser agua, no mar, no nada.

Sostén este alma, este alma que se desvanece con la marea.

Jipster se va a la FNAC

Debería haberlo pensado más y no coger así a la ligera el primer libro de modernos que he visto, joder, ahora me lo como con patatas, esto es infumable, insoportable, inaguantable, soporífero, somnífero, que da modorra... Vaya, sé más sinónimos de aburrido de los que pensaba, leer tanto ha dado sus frutos.

El caso es que el otro día estaba en la FNAC, gran librería del moderneo español por excelencia, entiendo porqué si y a la vez no. Sí lo entiendo porque cuentan con cantidades inmensas de libros habidos y por haber, y No lo entiendo porque después intentas encontrar el Código Penal y te sueltan "No, solo tenemos lo que ves ahí...es que de ese área no tenemos mucho".
¡Menuda mierda, tu!, ¿Tenéis este petardo de libro (aún no he pasado de la página 10 y ya me produce sopor máximo) y no tenéis cosas útiles como manuales que todo el mundo mira a menudo porque quiere ver cuántos años le caerían por matar a su vecina de arriba, que pone el Sálvame a todo trapo, las coplas de la Piquer y discute con su decrépito marido sobre la conveniencia o no de llevar bragas de algodón? (Vale, he sido tan explícito que doy a entender que este es mi caso y el mi vecina, ¿no?. Pues sí, que os den)

Yo, que pretendía ir de moderno e intelectual... (a ver, que lo soy, pero las chatis necesitan ver algo más a parte de fachada), pues me la han colado en toda regla. La chica que me recomendó este libro (que no sirve ni para fumárselo, dejarme que os diga) merece ir al infierno, y además de cabeza y con un grillete en los pies atado a un bloque de cemento armado de Portland de mil kilogramos.

- Querida, ESTO ES UN TRUÑO, ¿entiendes?

Es lo que tengo pensado decirle cuando vuelva a la FNAC, decirle eso, y añadir:
- ¿Qué clase de recomendadora de libros eres? ¿Por qué no recomiendas cosas entretenidas como, no sé, Juanjo Sáez, Powerpaola, Ben Brooks... No sé, cosas verdaderamente de modernos y a la vez guays. So p... Vale, si, paro.

Mira, que estoy muy cabreado. Creo que voy a terminar de escribir esto, imprimirlo, averiguar la dirección de la traidora de la FNAC y enviárselo a casa, a sacarle los colores. Dita sea!
Os dejo la imagen de la tragedia. Disfrutad.

JIPSTER

A lo largo de mi vida me han contado muchas mentiras. Muchas mentiras han sido dichas y desdichas al antojo de unos pocos.
Todo comenzó en preescolar, o en el parvulario como se decía antes. Nos decían que teníamos que dormir la siesta porque éramos niños y lo necesitábamos, vamos, que lo teníamos que hacer por cojones; primera mentira, lo que pasa que los profesores estaban hasta el higo de nosotros y lo único que querían era una hora de descanso. Echarse el piti, tomarse uno o dos cafés, echar un vistazo y ver si estábamos vivos aún, volver a fumarse otro piti, otro café, sesión de magreo en el caso de que algunos profesores estuvieran liados entre ellos, y ya, volver a la clase y despertarnos como si no hubiera pasado nada. Perdedores.

No sé, es como mucha mierda junta, ¿sabes?. Ahora me dicen que soy un hipster y esas gilipolleces. Que sí, que lo del parvulario es una tontería, pero que bueno, la vida es así, son tonterías que suman y que suman y al final se convierten en una bola gigante de mierda y vienen a ser las causantes de toda la mala suerte que tendrás a lo largo de tu vida.
Que no encuentres novia o novio (nunca se sabe, de momento no me ha atraído el rollo homo, pero vete tu a saber, puede que algún día sienta la llamada del mundo de los nabos). Que no encuentres trabajo. Que no encuentres un lugar decente donde vivir (no me jodas, acabo de ver una habitación para alquilar donde quepo yo, y una cama. Y menos mal que no estoy gordo, porque sino no me entraba el culo)
En fin, que muy hipster y muy pollas, pero que luego todos adoptamos la misma visión de la vida.
A saber:
- Bicicleta en lugar de coche o/y transporte púb(l)ico (no me digáis que el metro no huele a choto) para moverte : No ME JODÁIS. No me voy a gastar sesenta y tres euros al mes en un abono transporte cuando mi sueldo es eso + 200.

- Gafas de pasta: ¿En serio?, llevo gafas de pasta porque no tengo dinero para comprarme unas de estas de montura vista, que te dan un aire más.... más como de tener pasta. Que mis gafas las tengo desde los 19.

- Vans: Otro NO ME JODAS como una casa. Vale, si, estas me las compré porque me molaba el rollito moderno, pero ahora tienen cien agujeros y apestan. Que no, que no me mola ir de pordio, simplemente no tengo pasta, joder. Andy Z forever.

- Vivir en Malasaña: Mi tía abuela Teodora lleva viviendo toda su vida en un piso de renta antigua. Cuando le dije que quería mirar pisos por la zona pero que eran caros, me ofreció mudarme allí unos meses mientras encontraba algo. ¿Lo encontré?, No. Pero mi tía se quedó medio sorda y medio ciega e hicimos un trato: yo la cuido, ella me deja quedarme. Simple.

- Gusto por lo extravagante - música, arte, y esas cosas de hipster-: ¿EN SERIO?. La mierda de música que se hace hoy en día me hace querer ser un poco extravagante en ese sentido, que una tía buena con una pandereta es muy cutre joder. Y que no me voy a explicar más.


Un día dije que tenía que escribir un libro para contar todo lo que he vivido, que es de película, si, pero de terror, en serio, fliparíais.
Entonces ni hipster, ni moderno, ni mierdas de estas que te cuelgan en cuanto muestras un poco de interés por el lado oscuro de la vida.
Me gusta fumar puros, las camisas de flores de abuela y usarlas como trapos de cocina, la leche de soja, el salmón ahumado, robar pulseras del H&M, no sé, soy un tío bastante corriente, ¿no?

El arte

"Para las personas, contemplar obras tan colosales predispone a lo sobrenatural de una manera inconsciente.
Es el sentimiento místico que todos tenemos, incluso sin saberlo, para mí es lo que dio origen a las religiones, las catedrales son un increíble anuncio de NEÓN en el que se lee

CREER EN DIOS

Ahora con la construcción de museos como el Guggenheim se busca lo mismo, la única diferencia es que en el neón del Guggenheim se lee:

CREER EN EL ARTE"

Extracto de El arte, conversaciones imaginarias con mi madre, Juanjo Sáez