Tras el vendaval asoman los miedos y las palabras,
los hilos que cosen momentos, vidas y lujurias.
La sangre que llena fuentes y enhebra cuerpos.
Esas palabras malsonantes que nunca dije,
y que se quedarán en mi recuerdo construyendo enciclopedias.
Libros vacíos de sonidos, pero viendo que los recorre,
y vuelan, vuelan, vuelan las palabras buscando un lugar
en el que recogerse.
Y vibrar en tus labios mientras se posan,
construyendo caseríos de hiedra, y fuentes de saliva.
Maldición de páginas, vacías y llenas de deseos.
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